El exdirector del FBI asegura que Trump intentó influir en la investigación sobre su asesor de Seguridad Nacional

Elena Labrado Calera
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La vida en Washington se ha paralizado para seguir por la televisión la comparecencia del exdirector del FBI. James Comey ha arrancado su testimonio asegurando que el presidente Trump le ha difamado y que todo lo que ha dicho el FBI y su despido: "Son mentiras simple y llanamente".

Comey ha relatado los cinco encuentros que mantuvo con el presidente. Trump le pidió que despejara la "nube" que estaba causando la investigación sobre la trama rusa y también que "esperaba" que abandonara la investigación al exasesor de Seguridad Nacional Michael Flynn.

Comey consideró los comentarios "perturbadoras y preocupantes"y decidió apuntar el contenido de todos sus encuentros Trump, algo que no hizo cuando ni con Bush ni con Obama: "Estaba preocupado de que mintiera sobre la naturaleza de nuestra reunión. Y pensé que era muy importante documentarlo todo", ha señalado el esdirector del FBI.

Comey no ha querido valorar si las peticiones de Trump, que él interpretó como órdenes, podrían interpretarse como obstrucción a la justicia. De lo que no tiene duda es de la injerencia rusa en los comicios: "Los rusos interfirieron en nuestras las elecciones. Lo hicieron a propósito, fueron sofisticados, con unos medios técnicos abrumadores. Fue una campaña orquestada al más alto nivel gubernamental", ha señalado.

La Casa Blanca ha emitido un comunicado asegurando que el presidente no es un mentiroso.

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