Más de 100 combatientes de Estado Islámico en Siria son de España: ¿qué supondría su retorno?

SYRIA

Sara Santos Beato
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Más de 16.000 de personas, entre civiles y combatientes del grupo terrorista Estado Islámico (EI), han abandonado Al Baguz, en las últimas tres semanas, desde que las Fuerzas de Siria Democrática (FSD) abrieran la puerta a su salida antes de lanzar su asalto final sobre el último reducto de los extremistas en el este de Siria.

Más de 1.900 yihadistas se han entregado a las FSD, lideradas por kurdos, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos. En el enclave solo permanecen aquellos dispuestos a luchar hasta el final. La rendición de estos combatientes plantea algunas consecuencias para sus países de origen.

El presidente de #EEUU pide a sus aliados europeos que se hagan cargo de más de 800 combatientes del Estado Islámico capturados en #Siria y los juzguen.

La última Estrategia Nacional contra el Terrorismo publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE), afirma que 230 personas de nacionalidad española o residentes en España se han desplazado a zonas de conflicto. De ellos, 57 ya han fallecido y 44 han vuelto a territorio nacional, donde están bajo control policial. Pero, ¿y el resto?

Tres problemas del retorno de yihadistas

El retorno de los yihadistas de origen español plantea "tres grandes problemas", según Juan Luis Manfredi, profesor titular de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM). En primer lugar, todo lo relacionado con la organización. Manfredi explica que "el viaje a Siria, o el viaje a cualquier otro sitio, para incorporarse a la Yihad necesita cierta logística y conocimiento". Los yihadistas retornados saben cómo hacerlo y, por ello, es necesario tenerlos identificados.

El segundo problema es la financiación. Estas personas podrían contribuir, de una forma u otra, a mantener y financiar el yihadismo, "bien sea transportando dinero de España, bien sea informando de cómo hacerlo" apunta el profesor. A su juicio, la propaganda es el tercer problema que surge de este conflicto, tanto la que circula por las redes sociales como la directa. Manfredi hace hincapié en la necesidad de vigilancia y control de estos retornados para "evitar que sean un foco de expansión y credibilidad del mensaje yihadista entre otros españoles".

¿El fin de Estado Islámico?

Para solucionar estos problemas, entre los objetivos de la Estrategia Nacional contra el Terrorismo se recoge "desarrollar programas integrales específicos de tratamiento y seguimiento para combatientes extranjeros retornados, con especial atención a las perspectivas de género y edad". Además, el Gobierno indica que "impedirá la entrada en España de individuos radicales violentos o que inciten a la violencia".

Aunque la captura de Baghuz supondría un hito en la lucha contra EI, se espera que el grupo yihadista siga suponiendo una amenaza para la seguridad como fuerza insurgente con células durmientes y algunos pequeños territorios remotos bajo su control.

CMM | Agencias

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