40 años de Constitución / 40 hitos: 1978, la preautonomía

David Centellas Navas
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[Este reportaje forma parte del especial de 40 reportajes sobre cómo ha afectado la democracia y la Constitución a Castilla-La Mancha en estos 40 años]

400 invitados presenciaron cómo la Junta de Comunidades se convertía en una realidad.

"El acto comenzó con bastante retraso debido a que el helicóptero que tenía que traer al ministro de administraciones públicas, Manuel Clavero, sufrió dificultades", dice Pedro Peral.

Peral fue uno de los pocos periodistas que pudieron cubrir el acto. "Había una gran ilusión y todos los intervinientes se dedicaron a enfatizar la importancia de que se informase bien a la juventud".

La gestación de la autonomía número 13 había durado un año desde la primera asamblea de parlamentarios.

Café para todos

"La mayor parte de los acuerdos se habían adoptado ya en reuniones previas: quién iba a ser el presidente, Antonio Fernández Galiano, senador por Guadalajara quien iba a estar en la asamblea", recuerda José Antonio Castellanos, profesor de Historia.

Aquellos muros, que habían soportado el terremoto de Lisboa, serían el pilar de la por entonces región castellanomanchega.

"Había que dar café para todos y, claro, a los castellanomanchegos también nos correspondía nuestra parte de café y también teníamos nuestros motivos para desear la autonomía", dice Castellanos.

¿Entraría Madrid?

El mayor problema era si Madrid entraba o no. También, el papel de las diputaciones.

"Un obstáculo importante fue la cuestión de Madrid. El incluir o no a Madrid en la preautonomía castellanomanchega; ese tema supuso debates continuos", apunta Castellanos.

El gobierno de UCD tuvo poco margen de decisión puesto que las competencias reales tardaron en llegar. La bandera fue uno de los primeros acuerdos.

La bandera

"Necesitamos unos símbolos, necesitamos una bandera y necesitamos que nos la hagas, le dicen a mi padre, que sin embargo se niega", recuerda Luis Maldonado, hijo creador bandera.

Quería que la elección se hiciera por concurso... y lo ganó.

"Rojo carmesí con un castillo y por otro lado el blanco, el pendón siempre fue el escudo que usaron las distintas órdenes militares", dice Maldonado. "Alguien filtró el diseño de mi padre y unos meses antes de ser aprobado ya se enarboló esa bandera, alguien cosió dos telas y salió en Albacete. Aquello le sorprendió y dijo pues no es mala señal", añade.

El nacimiento oficial de la autonomía, en cambio, debería esperar al Estatuto.

[Continuará]

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