Guía de ventilación de las aulas del CSIC: principales recomendaciones

Resumen de la guía de ventilación del CSIC

Susana Palomo Gómez
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La guía para ventilación en aulas del CSIC es una guía que pretende ser una herramienta para reducir las probabilidades de contagio de Covid-19 por vía aérea. Basada en las recomendaciones de  la Universidad de Harvard y trabajos experimentales en ventilación y filtración en España, es un manual con recomendaciones e información a tener en cuenta para evitar contagios en espacios interiores como aulas, oficinas y otros edificios públicos.

No existe el riesgo cero

Como punto de partida, se advierte de que las medidas descritas reducen el riesgo pero no lo eliminan completamente. También de que la guía no sustituye el servicio de profesionales de ventilación y tratamiento de aire porque en ocasiones se necesitan soluciones y cálculos complejos que deben ponerse en manos de expertos.

Según este documento, la reducción del riesgo de contagio se consigue reduciendo emisión y exposición. Una exposición que se puede reducir mediante:

  1. Uso de mascarilla bien ajustada
  2. Reducción del tiempo de exposición
  3. Aumento de la distancia interpersonal
  4. Ventilación o purificación del aire, para eliminar o reducir la concentración de virus en el aire

¿Qué es la ventilación?

La ventilación es la sustitución del aire interior, potencialmente contaminado, con aire exterior, libre de virus. La ventilación necesaria para reducir el riesgo de contagio depende de

  1. Volumen de la sala
  2. El número y edad de los ocupantes
  3. La actividad realizada
  4. La incidencia de casos en la región
  5. El riesgo que se quiera asumir.

La guía de Harvard recomienda 5-6 renovaciones de aire por hora para aulas de 100 m², con 25 estudiantes de 5-8 años, y establece esta clasificación:

Medir el CO2

Tener conocimiento de los niveles de CO2 permitirá saber si el aula está bien ventilada. Se trata de que nos acerquemos lo más posible a las concentraciones de CO2 en el exterior que son de aproximadamente 420 ppm; en el interior, por lo general, son más elevadas cuantas más personas compartan el mismo espacio porque son fuentes de CO2. Los valores de emisión de CO2 de una persona varían con muchos factores, como edad, sexo, peso y actividad metabólica. Al hablar fuerte, gritar o cantar se emiten más partículas. También hay que tener en cuenta que en la ventilación influyen las condiciones condiciones meteorológicas de ese día.

Soluciones alternativas a la falta/carencias de ventilación natural

El CSIC plantea como supuesto ideal la realización de las actividades en el exterior, pero si ha de ser en interior "es preferible en aulas con posibilidad de ventilación natural, especialmente ventilación cruzada (ventanas y puertas en lados opuestos).

Si no es suficiente, generalmente apunta a conseguir ventilación con equipos extractores o impulsores individuales con un caudal de aire adecuado. Se puede favorecer la ventilación natural mediante el uso de un ventilador junto a una ventana colocado con el flujo hacia el exterior, de manera que favorece la extracción del aire interior.

Y cuando todo lo anterior no es posible o no es suficiente, se debe purificar el aire con equipos provistos de filtros HEPA. La solución final puede ser una combinación de opciones.

¿Cuándo se recomienda la purificación del aire?

Cuando no hay posibilidades de ventilación natural y/o forzada con aparatos extractores o ventiladores, la solución consiste en utilizar un purificador para eliminar las partículas susceptibles de contener virus del aire interior.

Se puede utilizar más de un purificador hasta sumar el caudal necesario. Se debe colocar en el centro del aula si es posible y no ha de soplar directamente a los ocupantes. El sistema más eficaz es la filtración, que consiste en hacer pasar el aire ‘contaminado’ a través de un filtro de alto rendimiento, generalmente filtro HEPA (High Efficiency Particulate Air). Se recomienda HEPA H13 o superior (>99,95% de eficiencia). No son recomendables los sistemas con ionizadores o producción de ozono, ya que generan reacciones con otros elementos de la atmósfera. Se han de cambiar los filtros siguiendo las recomendaciones del fabricante. Una versión simplificada es la utilización de un ventilador junto con un filtro MERV13. En este caso el caudal de aire limpio no se puede determinar de manera sencilla. Esta opción es menos eficiente que un purificador.

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