Manzanares (Ciudad Real) endurece su normativa contra el botellón

Elena Garcia Fermosel
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El botellón continúa siendo un problema para muchos municipios de la región. Para acabar con las conductas incívicas propias de este fenómeno, y limpiar la imagen de la ciudad, en Manzanares, han decidido endurecer su normativa.

Insalubridad, ruido, consumo de alcohol por parte de menores: son algunas de las consecuencias de la práctica del botellón. Para atajar este problema, en Manzanares, han decidido tomar cartas en el asunto.

"Lo que se ha modificado es la potestad a los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado a la intervención inmediata de las medidas que se estén consumiendo y a su destrucción también por razones higiénico-sanitarias" afirma Julián Nieva, el alcalde de Manzanares.

Esta modificación de la normativa pretende ser también una medida disuasoria para diversos colectivos que hacen de esta práctica su forma de vida.

Sobre esto, el alcalde explica que "una concentración de personas, con una determinada problemática social, no muy elevado en cuanto al número pero sí en cuanto a las actitudes que se estaban desarrollando".

La normativa contempla también una artículo específico para el consumo de menores. "En el caso de los menores, serán los padres los responsables" nos informa Alfonso Maeso, oficial de la Policía Local de Manzanares.

Con estas medidas se intentará poner freno a este fenómeno y mejorar la imagen de la ciudad.

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