Piden 15 años para el policía local acusado de matar a Jairo Roland Arcos en Albacete

Elena Garcia Fermosel
Seguir al autor

La sección segunda de la Audiencia Provincial de Albacete inicia este lunes, 7 de junio, el proceso contra un policía local acusado de la muerte del colombiano Jairo R. A., presuntamente por una deuda de drogas, y para quien el fiscal pide 15 años de cárcel por un delito de homicidio.

En el proceso también se sentará en el banquillo de los acusados J.P.R., primo del procesado por homicidio, y para quien el Ministerio Fiscal pide tres años de cárcel por un presunto delito de encubrimiento, ya que está acusado de haber ayudado a su familiar a deshacerse del cadáver, que lanzaron desde un puente al río Júcar.

El juicio se celebra con jurado y está señalado durante dos semanas, por unos hechos que ocurrieron en septiembre de 2017 en la ciudad de Albacete.

En los días en que la víctima estuvo desaparecido su familia movilizó recursos para su búsqueda, puesto que salió una noche de su domicilio, dejando solos a sus hijos menores, a quienes dijo que regresaría pronto, pero ya no volvió.

Jairo Roland desapareció en septiembre de 2017

[caption id="attachment_30707" align="alignnone" width="768"] Jairo Roland[/caption]

El escrito de acusación expone que en la noche del viernes 15 de septiembre de 2017, el policía local J.M.P. recogió a la víctima en el punto donde habían quedado para hablar de cómo el acusado -que consumía cocaína- iba a saldar una deuda contraída por la venta de esa sustancia.

El fiscal detalla que ese consumo "no le afectaba de ningún modo a sus facultades mentales de pensar y decidir sus acciones".

Así, el escrito indica que el acusado llevó a la víctima a su trastero para ofrecerle algunos artículos que guardaba como pago por la deuda, pero Jairo lo rechazó porque solamente quería el dinero, y cuando se alejaba por el pasillo para marcharse el acusado cogió un objeto de hierro puntiagudo y le golpeó en la cabeza, causándole la muerte, tras lo que envolvió el cadáver en mantas y plásticos y lo dejó en el trastero.

Al pasar los días, los vecinos se quejaron del olor que desprendía el trastero y el acusado pensó que tenía que deshacerse del cuerpo "rápidamente" para acallar las protestas de sus vecinos y destruir las pruebas que lo incriminasen.

Se lo contó a su primo -el otro procesado en esta causa- que ayudó a tirar al río Júcar el cadáver, lo que hicieron el martes 19 de septiembre de 2017, cuando ya había anochecido.

Al día siguiente, sobre las tres de la tarde, un vecino, al cruzar un puente sobre el Júcar -próximo al que eligieron los acusados para lanzar el cuerpo de la víctima-, vio algo flotando que le parecía un cadáver, y alertó a dos vecinos y llamaron al 112. EFE

Temas