¿Qué se siente cuando sufres un golpe de calor? Síntomas y cómo actuar

Ola de calor

Daniel Urda Banegas
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Las altísimas temperaturas que hemos soportado en los últimos días han dejado más de 500 muertes por golpes de calor en nuestro país y al menos 51 en Castilla-La Mancha.

Los mayores y los niños son los más vulnerables, al igual los enfermos, como por ejemplo, los pacientes de Alzheimer. De hecho, de las 510 víctimas que se ha cobrado la ola de calor, más de 300 superaban los 85 años.

Sin embargo, todos debemos estar preparados y, para ello, es imprescindible saber cómo detectarlos.

¿Cómo identificar un golpe de calor?

Algunas de las primeras señales de alarma que pueden prever el inicio de un golpe de calor son los mareos o el agotamiento.

Son la causa directa de una exposición prolongada al sol.

Otros síntomas serían el dolor de cabeza, vómitos, diarrea, piel caliente e, incluso, la pérdida del conocimiento.

Relacionar estos síntomas con el golpe de calor es primordial, ya que si no se reacciona a tiempo puede provocar daños cerebrales e, incluso, la muerte.

En el caso de los bebés, alguno síntomas que pueden ayudarnos a detectar los golpes de calor son la somnolencia o lloros más insistentes de lo habitual.

¿Cómo prevenirlo?

Una vez detectados, la forma correcta de actuar sería llevar a la persona que está sufriendo el golpe de calor a un lugar fresco, refrescarle con paños fríos e hidratarle con agua.

El siguiente paso es avisar al 112 o acudir a un centro de urgencias.

Antes de llegar a esto, lo más recomendable en medio de una ola de calor es extremar las precauciones: buscar la sombra, cubrirnos la cabeza, utilizar prendas transpirables e hidratarnos continuamente.

Y estar alerta con personas dependientes, mayores y niños.

Lo ideal es no ponerse a temperaturas muy altas y evitar los ambientes calurosos.

Si tenemos que estar a la intemperie convendría estar en la sombre, con la cabeza cubierta e hidratarse.

Así se produce un golpe de calor

El doctor José Barberán, jefe de Medicina Interna de HM Montepríncipe, explica en Radio Castilla-La Mancha que "el golpe de calor se produce cuando la temperatura corporal sube por una temperatura que haya en el medio ambiente".

"El organismo solamente trabaja entre 36 y 41 grados", por lo que el aumento de la temperatura corporal no es puntual, sino que ascendería poco a poco.

Cuando la temperatura corporal es mayor que estos 41 grados "comienza a alterarse el sistema termorregulador", lo cual afecta a todo el organismo, a todas las células, aunque, sobre todo, "a las células del sistema central", asegura el doctor.

El cerebro es el primero en alterarse y lo hace poco a poco. Los efectos de esta subida de la temperatura corporal se notarán después en otros órganos como el corazón, el pulmón o los riñones.

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