OPERACIÓN GUARDIÁN DE LA PROSPERIDAD
Tras el anuncio de EE. UU. de una operación internacional, los rebeldes yemeníes se mantienen firmes en atacar buques en el Mar Rojo
España no participará de manera unilateral en la fuerza internacional, sólo en el marco de la OTAN o la Unión Europea, asegura el Ministerio de Defensa.

Marineros del destructor estadounidense USS Carney, durante su misión de vigilancia de los ataques de los rebeldes hutíes de Yemen en el Mar Rojo.)
Horas después del anuncio estadounidense de la formación de una fuerza naval internacional para atajar los ataques de los rebeldes hutíes de Yemen a los barcos mercantes que atraviesan el mar Rojo y el estrecho de Bab el-Mandeb, los hutíes siguen determinados a mantener las hostilidades en la zona.
"La coalición formada por Estados Unidos es para proteger a Israel y militarizar el mar sin ninguna justificación, y no impedirá que el Yemen continúe con sus operaciones legítimas en apoyo a Gaza", dijo el portavoz de los hutíes, Mohamed Abdulsalam.
Se trata de la primera reacción del movimiento respaldado por Irán, que controla una parte del Yemen. El portavoz hutí ha destacado que "las operaciones navales del Yemen (...) no son una demostración de fuerza ni un desafío para nadie".
Pero, ha advertido: "quien quiera ampliar el conflicto debe asumir las consecuencias de sus acciones".
Tras el inicio de la ofensiva de Israel en Gaza, los hutíes han lanzado varias andanadas de misiles y drones contra el sur de Israel y también contra buques con la bandera del Estado judío o propiedad de empresas israelíes en el mar Rojo y el estrecho de Bab al Mandeb, que conecta dicho mar con el golfo de Adén.

Buque mercante en aguas del mar Arábigo. Europa Press/Contacto/Ashish Vaishnav (Foto de ARCHIVO)
Desde el pasado viernes, los principales grupos de transporte marítimo han ido anunciando que suspenden sus operaciones en el mar Rojo, entre ellos Maersk y Hapag-Lloyd, y ayer se les sumó la petrolera BP, al cancelar temporalmente el paso de sus embarcaciones por la zona.
La fuerza naval internacional y la Operación Guardián de la Prosperidad
El jefe del Pentágono estadounidense, Lloyd J. Austin III, ha pedido desde Baréin que más países se unan a la nueva alianza marítima en el mar Rojo contra los insurgentes, para detener sus ataques.
Unos "ataques (que) ya afectan la economía mundial y (que) seguirán amenazando al transporte marítimo comercial si la comunidad internacional no se une para abordar el problema de forma colectiva", ha dicho, y ha reiterado que los ataques de los rebeldes contra el comercio son algo "sin precedentes e inaceptable". Austin ha recalcado que los hutíes han "violado" el Derecho Internacional con sus ataques contra buques y ha defendido que la misión busca hacer frente a esta "amenaza.
En la Operación naval Guardián de la Prosperidad estarán implicados Bahréin, Canadá, Francia, Italia, Noruega, Países Bajos, Reino Unido, Seychelles y España, si bien el Ministerio de Defensa español ha especificado este martes que la participación de Madrid está sujeta a decisiones de la UE y la OTAN y que, en consecuencia, España no se implicará "unilateralmente" en este ámbito.

Buque HMS Diamond 16/12/2023
Perturbado el comercio marítimo
El vicealmirante de la Marina estadounidense Brad Cooper, que comanda la fuerza naval internacional Fuerzas Marítimas Combinadas (CMF, en inglés), ha informado en la reunión que los hutíes han llevado a cabo "más de 100 ataques con sistemas aéreos no tripulados (drones) y misiles balísticos en un solo sentido, dirigidos contra 10 buques mercantes en los que participaban más de 35 naciones diferentes".
En la actualidad, entre el 10 % y el 15 % del comercio mundial pasa por el mar Rojo, y las compañías navieras internacionales están teniendo que desviar su ruta a través del Cabo de Buena Esperanza, lo que añade semanas a la entrega de bienes y materiales clave, incluidos el petróleo y el gas, ha aseverado.
El grupo danés Maersk, la compañía de transporte marítimo de mercancías más grande del mundo, ha anunciado hoy que desviará alrededor de África, a través del Cabo de Buena Esperanza, todos los buques que se dirigían al mar Rojo y que dejaron de hacerlo por los ataques de los hutíes.
Agencias