Elecciones anticipadas en el Reino Unido para el próximo 8 de junio

Elena Labrado Calera
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La primera ministra británica, que llegó al poder tras la dimisión de David Cameron, pretende revestirse así de mayor legitimidad para negociar las condiciones del Brexit, la salida del Reino Unido de la Unión Europea.

Había expectación ante su urgente comparecencia en la puerta de Downing Sreet. La Bolsa bajaba y la libra perdía valor frente al euro y el dólar. Finalmente, ocurrió lo previsible.

"He reunido al Gabinete y hemos acordado convocar elecciones generales el 8 de junio", ha anunciado May.

La primera ministra quiere presentarse ante Bruselas como una líder fuerte, respaldada por su pueblo, y no como la sustituta por carambola de otro primer ministro que fue el que, en realidad, ganó las elecciones.

"Necesitamos nuevas elecciones. Tenemos una oportunidad única de hacerlo antes de entrar en las negociaciones", ha afirmado.

En realidad, es ella quien las necesita, y qué mejor momento que éste, con una oposición laborista dividida y desarbolada frente al Brexit, y con 20 puntos más que su rival en las encuestas.

May ha permanecido 9 meses al frente del gobierno, tras una discreta carrera política en la que fue ministra de Igualdad y la Mujer, y finalmente, del Interior. Durante los últimos meses ha tomado las riendas de un Brexit al que ella misma se opuso, también discretamente, construyendo una imagen de gestora firme pero pragmática, dentro y fuera de su país.

La Reina no podrá disolver el Parlamento si no lo acepta la propia Cámara por una mayoría de dos tercios. Será a partir de mañana, cuando la primera ministra presente la moción.