El presidente de EE.UU. se defiende tras la polémica por revelar información clasificada a Rusia

Elena Labrado Calera
Seguir al autor

Nuevo capítulo en el culebrón protagonizado por Donald Trump y sus relaciones con Rusia.

Donald Trump ha puesto en aprietos a su asesor de Seguridad Nacional. El general McMaster que ayer negaba categóricamente que el presidente hubiese compartido información clasificada con Rusia, se ha visto obligado a matizar sus palabras.

El presidente Trump no hizo nada inapropiado y no puso en riesgo la seguridad nacional, ha asegurado McMaster. Y es que ha sido el propio presidente el que ha reconocido en su cuenta de Twitter lo que se había filtrado a la prensa: "Como presidente quise compartir con Rusia, lo que es mi derecho absoluto, hechos pertinentes sobre terrorismo y seguridad en los vuelos. Razones humanitarias, también quiero que Rusia aumente su lucha contra el IS y el terrorismo".

Preguntado luego por los periodistas se ha limitado a decir: "La reunión con el ministro ruso ha sido muy muy exitosa".

La información en cuestión fue proporcionada a Estados Unidos por un país aliado y su contenido no se había compartido hasta ahora con otros socios. Por ello, se ha creado un gran revuelo en Washington y entre los servicios de Inteligencia de medio mundo. Se teme que las indiscreciones de Trump pongan en peligro operaciones y fuentes de información. Los demócratas aseguran que el gobierno de Trump sufre una "crisis de credibilidad" y exigen una transcripción de la reunión con los rusos.

¿Desea recibir alertas con las últimas noticias?

not_supported_text.placeholder