ELECCIÓN PAPA
Comienza el cónclave que debe elegir un nuevo papa, el número 267
Los últimos cónclaves han sido generalmente rápidos: Francisco fue elegido en 2013 en la quinta votación y Benedicto XVI en 2005 en la cuarta.

VATICANO, 06/05/2025.- Los 133 cardenales que elegirán al nuevo papa se encerrarán este 7 de mayo en la Capilla Sixtina, ante el fresco de Juicio Final de Miguel Ángel./ Simone Risoluti / Vatican Media
Este miércoles ha empezado a reunirse el cónclave para elegir un nuevo papa. Una tradición que comienza cuando el maestro de celebraciones litúrgicas del Vaticano pronuncia "extra omnes" ('todos fuera'). Son seis los cardenales españoles que permanecerán en el interior de la Capilla Sixtina.
Los cardenales que van a elegir al futuro papa estarán aislados en la Capilla Sixtina y votarán día tras día, en un ciclo de escrutinios que prevé pausas y límites, hasta lograr un acuerdo.
Tras cada votación saldrá humo por la chimenea. Si no se ha elegido ningún papa, el humo será negro y si ya se ha escogido al sucesor de Francisco, la fumata saldrá blanca. Habrá dos votaciones por la mañana y dos por la tarde (en total, cuatro), con fumatas al final de la mañana y de la tarde, a menos que la elección se produzca antes de lo previsto, en cuyo caso el proceso se adelantaría.
Los últimos cónclaves, rápidos
Los últimos cónclaves han sido generalmente rápidos: Francisco fue elegido en 2013 en la quinta votación, Benedicto XVI en 2005 en la cuarta y Juan Pablo II en 1978 en la octava, aunque otros se alargaron más, como el de Pío XI en 1922, que requirió catorce.
El método de elección del pontífice está regulado milimétricamente en la constitución apostólica 'Universi Dominici Gregis' (1996) y otros documentos vaticanos y, ante la eventualidad de que se alargue, prevé una serie de pausas de reflexión y salidas.
El objetivo es acelerar el acuerdo y, para ello, esa legislación establece que los cardenales voten encerrados ("con clave"--cónclave) en la Sixtina cuatro veces al día: dos por la mañana y dos por la tarde.
Qué ocurre si no hay papa después de tres días de votaciones
La Constitución, en su artículo 74, establece que si después de tres días de escrutinios, es decir, de doce votaciones, los cardenales "encontrasen dificultades para ponerse de acuerdo sobre la persona elegir", las sesiones se suspenderán por un día.
En esa pausa, podrán dedicarse a "la oración, al libre coloquio" entre ellos y a escuchar una "breve exhortación espiritual" del primer diácono.
En este cónclave, de alargarse, la pausa previsiblemente sería el próximo domingo, después de trece votaciones infructuosas (la de la tarde del miércoles y las cuatro del jueves, viernes y sábado).
La continuidad del cónclave, desde ese momento de pausa, alternará en los días siguientes ciclos de siete votaciones y recesos.
Si tras las siete votaciones del día 11 no hay papa, habrá un día dedicado a la "oración, a la reflexión y al diálogo" y se someterán a la elección los dos cardenales más votados en el último escrutinio, que no podrán expresar su preferencia.
Un cardenal será elegido papa si consigue el respaldo de la mayoría de al menos dos tercios de los cardenales, en este caso 89, ya que los electores ascienden a un total de 133.
El elegido, eso sí, deberá aceptar primero el nombramiento como nuevo pontífice, aunque también podría rechazarlo.
Todo este proceso, de acuerdo al estricto protocolo vaticano, deberá transcurrir en la más absoluta discreción, sin que los purpurados electores salgan de los dominios vaticanos.
Los votos serán quemados tras el recuento en una estufa instalada ya para la ocasión en la Capilla Sixtina y el color del humo anunciará al mundo exterior el resultado: el negro indicará que no hay acuerdo; el blanco precederá el famoso 'Habemus papam'.
Los horarios previstos para las 'fumatas' diarias son en torno a las 12.00 hora local (10.00 GMT) y las 19.00 (17.00 GMT).
EFE