Camino 3: vinos de la sexta provincia

En este camino recorremos tres de las cuatro provincias que configuran La Mancha, la llamada “Sexta provincia” de Castilla La Mancha. Un vasto territorio, con parte de Toledo incluido, que alberga el gran viñedo del mundo. No en vano, Villarrobledo, en Albacete, es la localidad del mundo con mayor extensión de viñedo. De ahí que no extrañe que en esta localidad exista un instituto llamado “Cencibel” donde se imparten grados de Formación Provisional que tienen al cultivo de la uva y su transformación en vino como principales enseñanzas. Y es que Villarrobledo es cuna de grandes vitivinicultores, como lo prueba la joven bodega Antonio Serrano, que se une al grupo de bodegueros que han recupera las tinajas de barro como método de crianza.

Abandonamos Villarrobledo para adentrarnos en la provincia de Ciudad Real y visitar las localidades de Membrilla y Daimiel. En la primera nos citamos con una empresa que lleva toda la vida fabricando y arreglando todo tipo de maquinaria para el campo, con especial atención al viñedo, asistidos por una importadora italiana que ha visto en esta empresa familiar el nexo perfecto para distribuir su tecnología aplicada a la vid. Cerca, en Daimiel, conocemos a los primeros elaboradores que embotellaron el tinto de verano, Sondevin, que, además, cuentan también con una bodega que, en esta ocasión, embotellan el vino sin gaseosa ni limón. Localidad de las Tablas que alberga un certamen dictado al vino y a la música, Vid Festival.

Aprovechamos un alto en el camino para reponer fuerzas y de paso dar a conocer las preguntas recibidas en el Consultorio de Eva. Sabíais que el Vaticano es el Estado del mundo donde más vino se bebe, 54 litros per cápita, prácticamente el triple que se consume en España. Y ya puestos hicimos nuestras las reflexiones de los escritores Juanjo Millás y Juan Luis Arsuaga para llevar a cabo nuestro primer ensayo de…La Cultura del Vino contada por una Sapiens a un Neandertal. No hace falta imaginarse quién es quién en este divertido pasaje.

Acabamos en San Clemente, y en su vecina Santa María del Campo Rus, para visitar una interesante bodega, Talamingo, regentada por un joven bodeguero, lo que nos llena de alegría, al mismo tiempo que nuestro capítulo enoturístico nos conduce por tierras recorridas por el soldado/poeta Jorge Manrique, que cuenta con un centro de Estudios Manriqueños y con una ruta propia, que si las fuerzas nos fallan podemos acabar en la Posada Real, en Santa María, que durante varios años ha acreditado hacer la “Mejor paella del mundo”, aunque nosotros fuimos porque está distinguida por un Broche de la Academia de Gastronomía de Castilla La Mancha.