EN PROFUNDIDAD

Descubrimos la importancia del escultor Luis Marco Pérez en la Semana Santa

El de Fuentelespino de Haro es autor de casi la mitad de los pasos que desfilan por las calles de Cuenca

Redacción CMM
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Si hablar de Semana Santa en Murcia es hablar de Salzillo, en Cuenca, nos lleva inevitablemente a Luis Marco Pérez. El escultor de Fuentelespino de Haro es autor de casi la mitad de los pasos que desfilan por sus calles influyendo decisivamente en el resto de artistas que reconstruyeron la imaginería perdida tras la Guerra Civil.

Su efigie preside un espacio tan nazareno como San Andrés. Una plaza solitaria que se transforma al llegar la Semana Santa.

Él fue el escultor encargado de la reconstrucción de la Semana Santa tras la Guerra Civil. Un trabajo que ha dejado huella en otros autores.

Utilizó una estética que ya se adivinaba en sus tres pasos destruidos en la Guerra Civil. Como su Santa Cena, las fotos y las crónicas de época nos muestran un paso monumental esculpido en madera de nogal sin policromar.

De su taller salieron 19 de las 43 imágenes que hoy desfilan en Cuenca, entre ellas, algunos de sus pasos más representativos. En apenas 15 años, reconstruyó desde cero la Semana Santa.

"Nosotros intentamos mantener su patrimonio y que lo conozcan nuestros vecinos y todo el mundo".Salvador Linuesa, alcalde de Fuentelespino de Moya.

La Soledad del Puente es una de sus tallas más conocida, para una Pasión que pone en la calle cuarenta y tres imágenes. Desde los pasos con olivos del Miércoles Santo, a los grandes conjuntos de la tarde del Viernes Santo,

Tallas en las que sobrecoge el detalle y su forma de esculpir el cuerpo humano. Lo vemos en sus Cristos o en su Bautista del que, incluso, se conoce el modelo.

Benedicto ha consagrado su vida a estudiar la figura de su paisano y familiar. Durante décadas ha recopilado documentos y material que se exhibe en Fuentelespino de Moya.

Décadas de investigación y de reivindicación de su obra civil, con la que ganó tres medallas nacionales. Desnudos y esculturas costumbristas de sus inicios.

Obra en sus calles; una calle, un tanto escondida, en su nombre; un par de salas en el Museo de Semana Santa y un sepulcro en el panteón de conquenses ilustres

Angel y Pedro son las únicas personas que aún de la comisión que en el 85 trajo sus restos a Cuenca desde la fosa común en la que fue enterrado en Madrid.

Desde entonces sus restos descansan en este rincón junto a la hoz del Júcar, su obra, todas las primaveras, vive en las calles de Cuenca.

María José Izquierdo nos ofrece los mejores y más interesantes reportajes "En Profundidad" sobre la actualidad de nuestra región.