EN PROFUNDIDAD

La falta de relevo generacional hace peligrar el oficio de los guitarreros

En Casasimarro, cuna de maestros guitarreros, solo quedan dos sagas la de los Carrillo y la de los Leal

Redacción CMM
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Desde hace más de tres siglos, Casasimarro, en Cuenca es conocido por sus maestros guitarreros. Sin embargo, hoy solo quedan dos sagas, la de los Carrillo y la de los Leal. Falta relevo generacional y eso hace que peligre la continuidad de este arte.

Los que aún están piden que se cree una Escuela Oficial de Maestros Guitarreros, para que los jóvenes que se quieran dedicar a este oficio, tengan la posibilidad de ir adquiriendo conocimientos.

En la plaza de Casasimarro encontramos muestras del ADN de este municipio conquense: el oficio de maestro guitarrero. Desde hace 300 años, diferentes generaciones han encarnado aquí esta profesión que, hoy, todavía perdura en las figuras de Vicente Carrillo y Tomás Leal.

Ambos se criaron con el olor a madera, ayudando en el taller familiar. Vicente, que perdió a su padre con 7 años, aprendió el oficio de su madre y de los trabajadores del taller. Tomás trabajó mano a mano con su padre desde pequeño, pero, cuando este se jubiló, tuvo que tomar las riendas del negocio.

Una profesión que requiere de mucha práctica y en la que eres eterno aprendiz. Es una profesión dura, aunque a veces no se percibe así, porque nos dicen que la gente la romantiza.

Paco de Lucía, Juan Manuel Cañizares o Yamandu Costa han tocado guitarras creadas por Vicente en este taller. Por su parte, Tomás, con su experiencia ha dado vida y continuidad al folclore español, diseñando y reparando por encargo instrumentos para tunas y rondallas.

Ahora, lo que les preocupa es tener que dejar este legado por la falta de relevo generacional. En España no existe ninguna escuela oficial donde aprender el oficio de maestro guitarrero.

“Esto no se puede acabar. De alguna manera habrá que seguir”María Luisa López, trabajadora en Guitarras Vicente Carrillo.

Para garantizar su futuro, Vicente y otro compañero elaboraron las bases de una formación oficial, que piden, que se ponga en marcha.

Nos cuenta que se quedó sorprendido cuando vio que en la Fundación El Castillo de Tudela, los jóvenes del grado de carpintería, tenían pequeños talleres en los que elaboraban guitarras.

El tiempo va pasando y ambos se preguntan qué sucederá con su legado cuando ellos se jubilen. En el caso de Tomás, parece que el relevo está asegurado con su hijo.

Vicente que tiene a cuatro trabajadores con él en su taller, confía en que ellos sigan el negocio, porque sus hijos han tomado otro camino profesional. Todos ellos coinciden en que hay que seguir adelante y ser positivos.

María José Izquierdo nos ofrece los mejores y más interesantes reportajes "En Profundidad" sobre la actualidad de nuestra región.

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