Castilla-La Mancha estudia relajar medidas a partir del fin de semana por la mejora de los datos

Elena Garcia Fermosel
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El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha avanzado que su Gobierno se reunirá de manera extraordinaria a lo largo de esta semana para estudiar la relajación de las medidas restrictivas de nivel 3 reforzado que siguen vigentes tras ser prorrogadas el pasado viernes y que contemplan el toque de queda a las 22.00, el cierre de toda la hostelería y el cierre perimetral de todos los municipios.

En una intervención pública desde Albacete, ha dicho que la mejora de los datos propicia un "planteamiento diferente" que puede permitir una "apertura condicionada en sectores comerciales".

"El fin de semana que viene será ya distinto, con apertura en comercios y hostelería".

Ha defendido que las medidas en vigor en este momento, como el cierre total de la hostelería -excepto para la comida a domicilio- y los centros comerciales eran "duras" pero "necesarias" y que siempre prevalecerá en las mismas el objetivo de "salvar vidas", por lo que no ha descartado volver a endurecer las mismas si los datos vuelven a empeorar.

"Va a afectar a apertura condicionada de hostelería y centros comerciales durante mucho tiempo", ha reiterado García-Page, que confía abordar "el segundo semestre con otro gesto".

Medidas "más ligeras" a partir del fin de semana

Así, el escenario "empezará a cambiar a partir del fin de semana" intentando que las nuevas medidas más ligeras puedan "mantenerse el mayor tiempo posible".

Así, "se van a modular las decisiones" por la "coherencia que dan los datos", aunque si la estadística siguiera siendo dura, se insistiría en unas restricciones que "se volverán a tomar" si así se requiere.

Pero ahora "el sistema hospitalario está respondiendo" sin ni siquiera derivar a la sanidad privada, y ahora la vacunación abre un horizonte más esperanzador.

"Vamos a ver si nos apretamos con las vacunas", ha deseado García-Page, quien ha asegurado que se va a vencer la tercera ola del virus, que "ha obligado a tomar decisiones dolorosas y ninguna amable, pero todas con sentido común y con cabeza".

El Gobierno de la región, viendo la evolución de los datos, detecta que la mejoría de la estadística se debe a las medidas adoptadas que "la inmensa mayoría de la gente está cumpliendo".

"Soy consciente de que si suben los casos me llevo la culpa y si tomo medidas para que bajen, también. No voy a entrar en el juego de la hipocresía. El que está gobernando tiene que tomar decisiones", ha defendido García-Page, quien apuesta por medidas "coherentes" con "los aplausos" al personal sanitario.

El virus es el que "marca la realidad"

El virus es el que "marca la realidad", y si no se acaba con él "no se recuperará la situación económica". Con esa perspectiva, su Ejecutivo toma decisiones "en función de responsabilidad y en un contexto nacional", algo que hacen "la inmensa mayoría de las administraciones".

Ahora, la evolución positiva en el número de nuevos casos es la que tiene "que condicionar" más allá de "decisiones duras" que hay que adoptar con "un criterio muy claro" que "mañana será reconocido".

Ha reconocido estar preocupados "por la cepa británica" y ha avanzado que se comprarán once aparatos de última generación para poder secuenciar los virus.

Desde los partidos de la oposición se insiste en que se debe abrir el sector hostelero y articular un plan de ayudas, mientras que para el PSOE las medidas están en consonancia con la estrategia seguida en otras comunidades autónomas.

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