Día del cerebro, el que más sufre con el calor: ¿Se pueden "derretir" las neuronas?

Susana Palomo Gómez
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Ya hemos visto cuáles pueden ser las consecuencias sobre nuestra salud de las altas temperaturas que estamos registrando estos días por la ola de calor: golpes de calordeterioro de la salud mental o pueden tener un impacto más negativo en niños o enfermos de Alzheimer.

Y aunque la acción del sol sobre nuestro cuerpo puede tener un impacto positivo, con las temperaturas extremas puede darse el caso contrario.

En lo que se refiere a lo positivo, más horas de sol significa una mayor producción de serotonina, y esto afecta positivamente a nuestro estado de ánimo.

También, la luz solar estimula la producción de la conocida como "vitamina del sol", la vitamina D, con múltiples beneficios para la salud.

En cuanto a lo negativo, habría que mencionar el fuerte impacto de estas temperaturas sobre nuestro cerebro, y es que existe un límite de calor a partir del cual nuestro cerebro no funciona correctamente: los 40 ℃.

El doctor en Neurociencia y toledano, José Ángel Morales, explica a CMM, precisamente, algunos de estos efectos.

¿Se nos puede "freír el cerebro"?

Con este calor, con temperaturas de hasta 44ºC, ¿Se "derriten" las neuronas? ¿Y congelar con las bebidas frías? ¿Cuáles son las consecuencias del calor extremo para nuestro cerebro?

Lo que está claro es que a nuestro cerebro no le gustan nada los cambios bruscos de temperatura: "A partir de los 41 grados nuestro cerebro comienza a no funcionar como debería", asegura.

"A altas temperaturas nuestras proteínas se desnaturalizan, lo que quiere decir que "se derriten".

"Con el calor extremo las proteínas se empiezan a deteriorar", lo que hace que todo el tejido, en este caso el tejido nervioso, se empiece a alterar, lo que provocaría una inflamación que afectaría a la supervivencia de las neuronas.

Es entonces cuando podemos sufrir un golpe de calor.

"Los seres humanos somos homeotermo", que significa que capaces de mantener una temperatura constante de unos 37ºC, independientemente de la temperatura ambiental.

Por eso cuando nuestro cuerpo alcanza temperaturas por encima de los 40ºC, el hipotálamo deja de funcionar correctamente y no controla nuestro sistema natural de enfriamiento, la transpiración (el sudor).

Puedes ver la entrevista completa aquí:

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