TOLEDO
Liberadas tres mujeres, víctimas de explotación sexual, retenidas en un piso en Yuncos: hay un detenido
El arrestado, de 47 años, las obligaba mediante coacciones y falsas promesas de regularización de su situación, a ejercer la prostitución en viviendas particulares

(Foto de ARCHIVO) Un coche de la Guardia Civil
La Guardia Civil ha detenido a un hombre, actualmente en prisión, por cometer varios presuntos delitos de trata de seres humanos con fines de explotación sexual, violencia de género, lesiones, coacciones y amenazas en una operación en la que se ha logrado liberar a tres víctimas de trata en la localidad de Yuncos (Toledo).
La investigación comenzó después de la denuncia de una mujer que alertó de que estaba encerrada junto a otras dos mujeres en una vivienda en Yuncos y el hombre que las retenía intentaba acceder a la vivienda de forma violenta, amenazándolas de muerte.
La patrulla de la Guardia Civil acudió al domicilio, donde ya no se encontraba el presunto agresor.
Las tres mujeres, que lograron salir del inmueble, manifestaron a los agentes su deseo de abandonar la vivienda y denunciar que estaban siendo explotadas sexualmente en el interior de dicho piso.
Las primeras investigaciones revelaron que una de las mujeres había sido pareja sentimental del hombre al que había denunciado el pasado 6 de junio por violencia de género.
Las tres víctimas fueron engañadas aprovechando su situación de vulnerabilidad y estancia irregular en España, siendo obligadas mediante coacciones y falsas promesas de regularización de su situación, a ejercer la prostitución en viviendas particulares.
Las mujeres eran captadas en la zona donde se encontraba la vivienda o a través de anuncios de páginas web.
El pasado viernes, agentes de la Unidad Orgánica de Policía Judicial, en colaboración con el Equipo de Policía Judicial de Illescas y Seguridad Ciudadana de la misma localidad, detuvieron al hombre de 47 años que ya ha sido puesto a disposición judicial. Se acordó su ingreso en prisión por trata de seres humanos con fines de explotación sexual, violencia de género, lesiones, coacciones y amenazas.
La expareja del agresor sufría además agresiones físicas y sexuales, lo que agrava el delito de violencia de género.