Obama intenta transmitir calma en Europa tras la victoria de Donald Trump
Vladimir Putin y el recién elegido presidente de Estados Unidos, Donald Trump han forzado a Europa a plantearse una nueva política comunitaria en materia de defensa.
Durante décadas, Estados Unidos ha gastado cientos de miles de millones de dólares en la OTAN para asegurarse el apoyo de los aliados en Europa y garantizar su seguridad e intereses en el mundo. Eso puede acabar pronto, si tal y como ha prometido, Donald Trump corta el grifo.
Barack Obama ha llegado a Europa, en una gira de despedida, con la intención de calmar los ánimos. Desde Atenas, ha asegurado que Washington necesita a su lado una Europa fuerte y unida. "Todos los gobiernos, sean demócratas o republicanos, han reconocido siempre que la Alianza Atlántica, es absolutamente vital. Y que las relaciones trasatlánticas son la piedra angular para nuestra mutua defensa y prosperidad", ha afirmado el mandatario saliente.
En Bruselas, los ministros de Defensa han sopesado las distintas opciones para reforzar su colaboración en esta materia. En el encuentro ha participado el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, que ha señalado: "Trump dijo durante la campaña que es un gran fan de la OTAN. Estoy seguro de que cumplirá todos los compromisos de la Alianza, porque una OTAN fuerte es importante para Europa, pero también para Estados Unidos".
Stoltenberg coincide con Trump en la necesidad de que los estados miembros incrementen su contribución a la Alianza. Una petición delicada, sobre todo, en el caso de aquellos estados duramente golpeados por la crisis económica de los últimos años, que se han visto obligados a reducir, en algunos casos, drásticamente, sus presupuestos en materia de Defensa.
En Grecia, cuna de la democracia, Barack Obama ha reflexionado sobre los resultados de las elecciones presidenciales en Estados Unidos y los ha relacionado con el voto británico a favor del Brexit, la salida del Reino Unido de la Unión Europea. Para el todavía mandatario, hay que estar alerta ante lo que ha denominado como el "auge de una especie de nacionalismo tosco" hoy en día. Obama sostiene que hay que tener mucho cuidado para evitar caer en "el tribalismo que se construye en torno a un nosotros o un ellos". Además, ha añadido que Estados Unidos es "dolorosamente consciente del peligro que entrañan las divisiones basadas en la raza, la religión o la identidad". Algunos podrían decir que Europa también lo es.
