Los últimos reductos del Estado Islámico en Mosul

Elena Garcia Fermosel
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El Ejército iraquí intenta sofocar las últimas bolsas de resistencia del grupo yihadista Estado Islámico en el casco antiguo de Mosul, según el general Sukr al Nueimi.  Al Nuemi, afirma que "los enfrentamientos entre el Ejército y el EI continúan" en la zona histórica de la ciudad de Mosul, donde se escuchan las explosiones de los obuses de artillería y se ven densas columnas de humo provocadas por los bombardeos de la aviación iraquí.

El responsable militar ha indicado que los hombres de su brigada continúan limpiando la zona de Al Shajuan, donde en las últimas horas han matado a 11 combatientes del EI, entre suicidas y francotiradores. El general dice que han evacuado a varios centenares de familias que se encontraban atrapadas y que han detenido a 15 yihadistas, siete de los cuales se entregaron por propia voluntad y desarmados.

Aún quedan algunos focos de resistencia que están siendo atacados por la coalición internacional liderada por Estados Unidos.  Aunque Estado Islámico controla varias ciudades y pueblos en el sur y el oeste de Mosul, la pérdida de la ciudad en la que proclamó el califato y que ha sido su bastión en Irak supone un duro golpe cuando, además, está bajo fuerte presión en la ciudad siria de Raqqa, 'capital' del grupo terrorista.

La crisis humanitaria

La ciudad de Mosul ha sufrido grandes daños durante la ocupación y la ofensiva. Decenas de casas han quedado destruidas por los ataques aéreos. Naciones Unidas asegura que 920.000 civiles han huido de sus hogares desde que comenzó la campaña militar en octubre, cerca de 700.000 personas siguen desplazadas y miles de personas han muerto. "Es un alivio saber que la campaña militar en Mosul está terminando pero la crisis humanitaria no lo está", ha advertido la Coordinadora Humanitaria de la ONU para Irak, Lise Grande. "Muchas de las personas que han huido han perdido todo y necesitan refugio, comida, atención médica, agua, saneamiento y kits de emergencia", ha dicho Grande. "Los niveles de trauma que hemos visto son de los más altos en cualquier lugar", ha añadido. "Lo que estas personas han vivido es inimaginable", ha concluido.

La ofensiva para expulsar al EI de Mosul y de toda la provincia de Nínive, cuya capital es Mosul, comenzó en octubre de 2016.  En enero, las tropas iraquíes, apoyadas por milicias y por el ejército kurdo "peshmerga", lograron recuperar la parte este de Mosul, dividida en dos por el río Tigris que atraviesa la ciudad de norte a Sur y el 19 de febrero se lanzó la ofensiva para recuperar la zona occidental de la urbe, la segunda más grande del país.

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