25N: Día Internacional de la eliminación de la violencia contra la mujer

Concentración en CMM en repulsa a la violencia machista

A las 12:00 horas se ha leído un manifiesto de denuncia contra la violencia de género y se ha guardado un minuto de silencio por la víctimas. 

Momento de la concentración y lectura del manifiesto contra la violencia hacia las mujeres en CMM

Momento de la concentración contra la violencia hacia las mujeres que ha tenido lugar esta mañana en CMM

Verónica ureta liceras
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Los trabajadores de Castilla-La Mancha Media se han concentrado en la entrada principal de las instalaciones de la radiotelevisión autonómica para mostrar su rechazo a la violencia machista

La periodista Mercé Ros ha sido la encargada de leer el manifiesto que condena y denuncia los ataques contra las mujeres por el solo hecho de serlo. También se ha hecho especial hincapié en las otras víctimas, los niños. 

Con esta lectura, CMM ratifica su compromiso y responsabilidad como medio público para ser parte del cambio: 

"Un 25 de Noviembre más, salimos a la calle para denunciar que el machismo mata. Volvemos a manifestarnos para reivindicar que debemos cambiar las cosas y nosotros como medio de comunicación público seguimos teniendo una responsabilidad en esta tarea de construir una sociedad más justa, segura e igualitaria.

¿Estamos dormidos /dormidas? ¿anestesiados/anestesiadas? No podemos conformarnos con lo conseguido hasta este momento porque siguen asesinando a mujeres por el hecho de serlo. Según datos de la Delegación de Gobierno contra la Violencia de Género 38 mujeres han sido asesinadas a manos de sus parejas o exparejas en lo que llevamos de año, 1.168 desde que empezaron a contabilizarse en el año 2003. Esto es solo la punta del iceberg. Ocultas, lo saben las víctimas, hay incontables agresiones sexuales, físicas, psicológicas, económicas… demasiadas veces silenciadas porque una sola vez ya es más de lo que debemos permitir

Entre esas víctimas silenciadas están los menores, niños y niñas que viven con terror una infancia que queda marcada de por vida por la violencia de género. Eso cuando no les arrebatan la misma vida. Ocurre. En 2022, hasta el momento, 2 menores han sido asesinados, 48 niñas y niños desde 2013 a manos de sus padres, de las parejas o exparejas de sus madres. Eso es la violencia vicaria.

Hasta hace poco no se reconocía, nadie hablaba de los menores como víctimas con identidad propia. Ni siquiera este tipo de violencia tenía un nombre para referirse a ella. Y cuando algo no se puede nombrar no existe. Llegamos tarde también en este tipo de violencia. En 2012, hace apenas 10 años, pensad en la edad de vuestros hijos, Sonia Vaccaro, una psicóloga argentina acuña el término de violencia vicaria por primera vez. No había manera de nombrar este tipo de violencia. La línea temporal repite el patrón de siempre pero resulta insoportablemente doloroso con los menores porque ya sabíamos lo que ocurría con las mujeres víctimas de violencia machista, las mataban. Podíamos habernos anticipado, prever las consecuencias fatales porque poco podíamos esperar de los progenitores maltratadores. Como sociedad permitimos repetir el patrón de siempre: primero llegaron las víctimas, luego se le puso nombre a ese tipo de violencia, lo último fue reconocer a esas víctimas con su propia identidad en el sistema jurídico. Cada asesinato, pero también cada exposición de un menor al maltrato es un fracaso de todos, deja secuelas, y en la mayoría de los casos establece patrones de comportamiento que esos menores acabarán reproduciendo de adulto. Quizás era difícil en un ambiente de adultocentrismo no llegar tarde también a la violencia vicaria.

La ley hasta septiembre de 2021 reconocía los derechos de estos padres maltratadores, por encima de cualquier otro interés, en el régimen de visitas. Esta situación, por fin, también cambiaba con la reforma del Código Penal. Hace un año se ponía fin a un modo perverso de entender el interés superior del menor que le obligaba a estar con ese padre maltratador.

Es la violencia vicaria a la que hay que sumarle los menores que se quedan huérfanos porque el machismo mata, 26 niños y niñas solo en lo que llevamos de año. Un número que oculta tras las matemáticas, las historias de vida rotas. 363 menores desde que se empezó a contabilizar en 2013 han perdido a sus madres asesinadas por sus parejas o exparejas.

La educación es un pilar básico para combatir la violencia de género, Castilla La Mancha es pionera en políticas igualitarias, pero las políticas solas no sirven, se necesitan medios de comunicación valientes para denunciar si las medidas que contemplan no se desarrollan, tenemos una responsabilidad: ser parte del cambio.

La violencia de género no es un suceso, es un delito público, una violación de los derechos humanos. Es un problema estructural de una cultura patriarcal, un tema de Estado y como tal lo debemos tratar y no enmascararlo.

Apostar por aquello que a las mujeres les han negado, vivir en una sociedad libre e igualitaria.

Ni una menos!!!"

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