Los españoles consideran que habría que actuar por el medioambiente "con la misma rapidez" que frente la pandemia

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Alba Córdoba de la Cruz
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La ciudadanía española está concienciada en la cultura medioambiental global y muestran más interés y preocupación por el planeta. Así lo refleja un estudio de la Fundación BBVA que presenta este domingo con motivo del Día Mundial del Medio Ambiente.

El informe "Valores, actitudes y conducta medioambiental de los españoles" revela que los españoles manifiestan  una "profunda preocupación" (8'9/10) por la degradación del medioambiente, considerando que la situación es de "gravedad extrema" (80 %) y que se debería actuar "con la misma rapidez" con la que se ha afrontado la pandemia.

Por este respecto, existe un "amplio consenso" sobre que los seres humanos deberían preservar la diversidad (9'2/10), considerada por la mayoría "fundamental" para la riqueza del país y el bienestar de los humanos (9/10).

La contaminación del mar y de los ríos, la del aire, los incendios forestales, el agotamiento de recursos naturales, las sequías, y la extinción de especies y plantas, son algunos de los problemas que perciben los ciudadanos.

Cambio climático

El informe pone el énfasis en el cambio climático, sus causas y la gravedad de sus impactos, que están aceptados por una gran mayoría. Lo consideran  un hecho "científicamente probado" (84 %), provocado por el ser humano (80 %), y que ya está teniendo consecuencias en España (78 %).

No obstante, la ciudadanía se muestra optimista, con una mayoría que defiende que, aunque el fenómeno es irreversible, se puede paliar aún alguno de sus efectos (55 %); y una proporción menor que cree estar a tiempo de evitarlo (39 %).

Pese a que aún hay algunos conceptos sobre los que existe cierta confusión, según el documento, la mayoría de la población muestra un “alto” conocimiento sobre las cuestiones medioambientales (59 %), y es plenamente consciente del impacto del estilo de vida actual, el elevado nivel de consumo o el uso de medios de transporte más o menos contaminantes.

Apuesta por las renovables y el reciclaje

Los encuestados se posicionan mayoritariamente en contra de las fuentes de energía no renovables, como el petróleo, el gas y el carbón, ya que conocen sus efectos medioambientales. Apuestan por las renovables como la solar y la eólica.

Asimismo, la mayoría de participantes asegura "siempre o frecuentemente" reciclar -separar la basura en casa-, evitar el uso de plásticos, limitar su consumo de agua y electricidad y reducir el uso de la calefacción y del aire acondicionado, prueba de que "los valores medioambientales se han trasladado parcialmente a algunas facetas de la conducta individual".

Por el contrario, "aún existen resistencias" a modificar pautas de comportamiento "muy arraigadas" respecto al uso del vehículo privado, sobre todo por motivos de ocio o turismo, y la apuesta por medios de transporte no contaminantes -utilizados por un 12 %- está aún en estado "muy incipiente".

Los ciudadanos, según el estudio, demandan al Gobierno central y a la Unión Europea un incremento del gasto público en medio ambiente, así como un acuerdo internacional y la imposición de medidas "obligatorias" para los individuos y las empresas, aunque ello merme el crecimiento económico.

También se muestran a favor de la instalación de energías renovables, planes de transporte urbano y el cobro de un impuesto en función de las emisiones de gases invernadero.

50 años del Día Mundial del Medio Ambiente

El Día Mundial del Medio Ambiente cumple 50 años de su designación por Naciones Unidas. Cada 5 de junio se recuerda la necesidad de salvaguardar el planeta y de actuar en clave de sostenibilidad para conseguir el bienestar global de la humanidad y la armonía con la naturaleza.

"Una sola Tierra" es el lema elegido por la ONU para celebrar el día este año, el mismo que presidió la primera Conferencia sobre el Medio Humano celebrada en Estocolmo a mediados de junio de 1972.

Aquella conferencia supuso la incorporación de la protección medioambiental en la agenda internacional y en ella se creó el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), la principal autoridad encargada de evaluar el estado del planeta y de la naturaleza a nivel mundial y las causas de su progresivo deterioro.

El secretario general de WWF, Juan Carlos del Olmo, determina que los últimos 50 años han sido un período "determinante" que han situado al planeta en una posición "decisiva y crítica", en la que "hemos llevado los ecosistemas y a la atmósfera absolutamente al límite" hasta el punto de que "las poblaciones de animales vertebrados del mundo se han reducido un 70 %".

Para Greenpeace "se ha avanzado mucho, pero de manera insuficiente", aunque admiten que se ha ganado en conciencia ciudadana, en estructuras públicas y políticas y se han alcanzado acuerdos internacionales, como los de París o Kioto contra el cambio climático y la pérdida de biodiversidad.

La situación en España

Sin embargo, en España lamentan que se hayan creado figuras de protección ambiental para Doñana o el Mar Menor, "que han sido reiteradamente vulneradas". Para revertir esa situación proponen acelerar la transición hacia energías renovables y sostenibles y reforzar la protección del medioambiente con un ordenamiento jurídico "que persiga a quienes ejercen o hacen el daño y lo sancionen".

Para el secretario general de WWF España "es un ejemplo mundial de los pasos que hay que dar" en protección del medio ambiente, a pesar de que su modelo energético "se siga basando en los combustibles fósiles".

Tanto WWF como Greenpeace consideran que la Ley española de Cambio Climático es "poco ambiciosa" y mientras para los primeros representa "un hito" en el objetivo de descarbonización de la economía para 2050, los segundos reclaman mayor compromiso de reducción de los gases de efecto invernadero y que se refuerce la apuesta por las energías renovables.

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