Ciberfeminismo: del #NiunaMenos a las ilustradoras feministas influencer

¿Qué tienen en común una moderna de pueblo, una feminista ilustrada y lola vendetta? Si aún no las conoces, te explico: las tres son mujeres, se autodenominan feministas y se encuentran entre las 25 ilustradoras españolas más seguidas de nuestro país. 

Por estas razones han sido objeto de estudio. Cada vez hay más investigaciones sobre las redes sociales y los procesos de socialización de los jóvenes. En este caso investigadoras especializadas en género y comunicación están preocupadas por la proliferación en las redes de los discursos de odio, sobre todo dirigidos a mujeres. 

Las académicas, Inmaculada Postigo y Teresa Vera, de la Universidad de Málaga,  querían observar si en mitad de ese universo de ciberviolencia las ilustraciones de las instagramers recibían más o menos ataques por su doble condición de ilustradoras y mujeres.

¿Por qué analizar a las ilustradoras ?

Estas ilustradoras se eligieron para ser analizadas por su influencia en Instagram, es decir, sus contenidos llegan a una amplia comunidad de seguidores de entre 15 y 30 años. 

También, porque se las considera referentes para toda una comunidad de jóvenes  que consumen estos contenidos sobre temas de la mujer, autocuidados, la lucha contra el amor romántico, la lucha contra violencia machista o el empoderamiento feminista colectivo. 

Ellas, además son consideradas por las investigadoras Postigo y Vera como parte de la llamada cuarta ola feminista que comenzó con la generación del #NiunaMenos en Argentina y el #8M en España.

El ciberfeminismo y la globalización

La cuarta ola del feminismo se caracteriza por la cultura de violación, el uso de las tecnologías, el humor, la interseccionalidad y la inclusión. Viene marcada por el desarrollo de las nuevas tecnologías y la globalización. 

Facilitaron el surgimiento de la conocida como generación #NiunaMenos. Fue la consigna de un acontecimiento de protesta contra la violencia contra la mujer y en concreto los feminicidios. Aunque se originó en 120 ciudades de Argentina, el 3 de junio de 2015, transcendió al espacio virtual. 

No se trató de un único movimiento feminista sino un entramado de activistas, colectivos y movimientos sociales que utilizaron el slogan, 'Ni una menos' contra el llamado relato oficial y patriarcal que las invisibilizaba. Esta vez con la tecnología y la globalización sus mensajes reverberaron en América latina, el Caribe e incluso Europa. 

Esta movilización de mujeres, precedida por la lucha por algunos derechos, inauguró la cuarta ola feminista en América latina, que se concreta en Estados Unidos en el #MeToo y tiene su episodio europeo en el #8M en España

Estas acciones feministas fueron más allá del espacio virtual y se tradujeron en hechos concretos como el caso contra Wenstein  y otras figuras de la industria del cine con el #MeToo o la legalización del aborto en Argentina o en España con la conocida como ley del sólo sí es sí. 

En el caso concreto de España, la cuarta ola feminista tuvo como protagonista el 8 de marzo de 2018 aunque antes ya empezaron a fraguarse poderosos hashtag como #YoSiTeCreo #lasPeriodistasParamos #NoSinMujeres. 

Fue la indignación tras la sentencia de la manada y el aumento de las violencias de género lo que sembró la semilla de esa cuarta ola del feminismo española que ha hecho, por contra, que emerja con igual virulencia otro discurso: el de odio a las mujeres y a las personas que auto identifican su género.

Ilustradoras para la generación Z y Millenial

En ese contexto han proliferado unas manifestaciones artísticas creadas en Instagram por mujeres que se autodefinen como feministas. Son conscientes del potencial de la red social y se dirigen a las generaciones Millenial y Z o iGeneración (los que alcanzaron la mayoría de edad alrededor del 2000 y la generación posterior), es decir, usuarios de Instagram de 15 a 30 años.

Las académicas analizaron los cinco post con más interacciones de las diez ilustradoras influencer desde ese 8 de marzo de 2018 hasta el final del primer Estado de alarma de la COVID-19, el 24 de junio de 2020. 

Cómo son las ilustraciones

Se estudiaron 140 ilustraciones de las diez artistas y vieron que las principales temáticas se movían entre los contenidos promocionales (22,8%);salud, autoestima y aceptación (13,3%), sexo, amor y relaciones sentimentales (12,8%), literarias feministas como el 8M, feminismo, sororidad y empoderamiento  (12,3%); violencias, machismo, homofobia, lesbofobia y transfobia (10,7%), cuidado personal del cuerpo (8,2%) y finalmente trabajo, empleo y tareas domésticas (4,5%). 

La mayoría de estas ilustradoras contaban sus historias en una única publicación, en tono neutro (37,15%), empoderador (18,9%) y humorístico (15,9%).  

"Las ilustradoras construyen mayoritariamente sus narraciones en sentidos propositivos, alegres y activos, alejados del enfado y agresividad predominantes en las redes"

Su vehículo de expresión son las viñetas. Algo más del 30% de las publicaciones no cuentan con texto aunque se expresan pensamientos a través de un único narrador (24,7%), seguido del diálogo entre personajes (19,3%) o  de un monólogo (15,9%). 

Los protagonistas suelen ser personajes jóvenes o adultos cuyos cuerpos no están cosificados. 

En cuanto al rol que asumen en la mayoría de los casos no se identifica o no es relevante (80,1%). Sin embargo, cuando se expresa prevalece el rol de víctima (11,2%).  

"En cuanto a las temáticas que abordan, el un 60,7% no se trata de temas feministas, a pesar de que las creadoras se autodenominan feministas"

Por último, las investigadoras quisieron saber si tanto las ilustradoras como las viñetas y los usuarios que interaccionaron con ellas y se convirtieron en objeto de crítica o episodio de violencia. Y para sorpresa de las analistas, resultó que en el 92% de los casos no hubo ningún tipo de violencia como en otros foros en las redes sociales. 

Finalmente, se realizaron unos diarios virtuales en los que una muestra de 935 integrantes de la generación Z y Millenial explicaron su relación con los contenidos digitales en redes sociales, con las ilustradoras analizadas y con las violencias encontradas en la red. 

"Lo más significativo fue el umbral de la violencia percibida: el 17% de los informantes reconoció haber sufrido ataques relacionados con el género, el 64% habían visto comentarios ofensivos en la red a las ilustradoras o a otras personas"

Esos ataque se produjeron bien por los comentarios feministas (69,3%), por las temáticas tratadas (51,5% o por su aspecto físico) o por su aspecto físico (45,3%). Comprobaron que el cuerpo es el foco sobre el que se concentran las críticas comentarios e incluso ataques, lo que coincide con la exposición de estas temáticas (especialmente orientadas a la sexualidad, menstruación y la diversidad). 

No son activistas feministas pero son agentes de cambio

Finalmente y como conclusión del estudio concluyeron que: 

Como explican en el libro, de libre acceso, 'Feminismo, violencias y redes sociales', "estas instagramers no eran conscientes de su capacidad transformadora sin embargo han conseguido sensibilizar sobre la violencia contra las mujeres y algunos temas relacionados con la igualdad y la mujer". 

Algo más que un estudio

Y por si te lo estabas preguntando, las conclusiones del estudio se compartieron con algunas de estas ilustradoras que no solo reaccionaron bien de estas informaciones, además participaron con las autoras del estudio en el I Congreso Internacional de Género, comunicación y violencias, un espacio de debate y reflexión sobre las violencias en las redes y los feminismos online.